El pasado sábado 3 de septiembre se dió inicio al Programa “Mujeres Jefas de Hogar”, en esta oportunidad participan 12 mujeres de la localidad de San Juan de la Costa y sus alrededores, quienes asistiran a clases tanto del nivel básico, como nivel medio como un preparativo para rendir próximamente las pruebas de nivelación educacional con fines laborales. A continuación, dedicamos nuestro reconocimiento a las cuatro voluntarias de nuestra carrera:
- Carla Argel,
- Nayareth Kahler
- Francisca Ruiz
- Isavo Alvarado
Compartimos algunos de sus testimonios:
Francisca:
«Honestamente estaba muy emocionada por ser parte de esta ayudantía, pero también muy nerviosa ya que presenta muchos desafíos al ser un contexto nuevo para mí. Durante esta jornada me quedaron muchas cosas buenas, conocí a mujeres encantadoras, amorosas, esforzadas que tienen todas las ganas y disposición para terminar sus estudios, son mujeres que inspiran y demuestran que nunca es tarde para darse a uno o una misma una segunda oportunidad, sería genial que muchas más personas se atrevan a dar ese paso y vean que no hay nada que temer.
Estoy muy feliz de ser parte de este lindo proyecto, di lo mejor de mí y eso seguiré haciendo siempre porque es algo que amo hacer, me sirvió como motivación y para demostrarme a mí misma algo que ya sabía, que no me equivoque al elegir esta carrera»
Nayareth:
«Fue gratificante ver la felicidad de estas mujeres en su primera clase después de décadas de haber tenido la última. Creo que este proyecto es un acto muy lindo, con el que se les da la facilidad a las mujeres de San Juan de la Costa a finalizar su educación estudiantil.
Estoy agradecida por la oportunidad que se nos entrega de vivir y aprender de la experiencia de ayudar a mujeres esforzadas que en su mayoría les dedicaron toda su vida a sus hogares y que ahora pueden regalarse un tiempo para ellas y decidieron terminar lo que antes habían empezado.
Al comenzar la jornada estaba algo nerviosa, no sabía cómo todo iba a pasar ni dónde empezar, desde qué conceptos deberíamos enseñarles hasta en cómo sería mi desempeño al frente de ellas, pero todos estos nervios pasaron en el momento en que me di cuenta de que las mujeres de San Juan de la Costa tenían todas, la disposición de aprender y que cada vez que los nervios me ganaban, estaba mi compañera Francisca para apoyarme. Al final de la jornada las vimos llenas de motivación y con ganas de aprender más y por supuesto su motivación nos contagió.»
